Isla de La Graciosa, en el archipiélago Chinijo, al norte de Lanzarote.
Isla de La Graciosa, en el archipiélago Chinijo, al norte de Lanzarote.

Una isla próxima al Reino de Redonda

Hay una isla a la venta en las Bahamas. Son 55 millones de dólares. Asequible si se compara con que es sólo un tercio de lo que Mark Zuckerberg,  fundador y director de Facebook, pagó por una parte de la suya en Hawai.

Donde no alcanza el bolsillo llega la imaginación. Así que mejor soñar con una isla. Es gratis. El escritor británico Matthew Phipps Shiell lo hizo y fundó en ella un reino. Kingdom of Redonda es hoy una nación ficticia en la isla deshabitada de Redonda, entre  Antigua y Barbuda.

El actual monarca, Xavier I, el escritor Javier Marías, ha conseguido conformar una corte nobiliaria de enorme valor para la diplomacia de la isla:

  1. Pierre Bourdieu, Duque de Desarraigo (1999)
  2. Ray Bradbury, Duque de Diente de León (2006)
  3. Michael Braudeau, Duque de Miranda (2004)
  4. Antonia Susan Byatt, Duquesa de Morpho Eugenia (1999)
  5. Guillermo Cabrera Infante, Duque de Tigres (1999)
  6. Pedro Almodóvar, Duque de Trémula (1999)
  7. John Maxwell Coetzee, Duque de Deshonra (2001)
  8. Francis Ford Coppola, Duque de Megalópolis (1999)
  9. Agustín Díaz Yanes, Duque de Michelín y Maestro de la Real Tauromaquia (1999)
  10. Umberto Eco, Duque de la Isla del Día de Antes (2008)

La lista la completan veintisiete  personalidades que han hecho de la Isla de Redonda un secreto para inciados.

Pero Isla de Redonda, es también una editorial fundamental en cualquier biblioteca. Por sus traducciones;  por el criterio selectivo que compone la colección;  por  la enorme calidad de lo que ofrece;  por su lealtad a la ficción y,  por propiciar el placer de la lectura.

La colección la componen por el momento 25 títulos. De entre todos podría destacar la traducción y re-edición de el Espejo del Mar de Joseph Conrad. El mar como un espejo de penalidades en el que hay que saber navegar.

De modo que en estos tiempos omnívoros en que los grandes fagocitan sin compasión a los pequeños descubrimos rutilantes islas que se resisten. Amazon comienza a tener detractores, cada vez más autores se niegan a ser distribuidos por este gigante de la distribución comercial. Miles de editoriales están contestando en todo el mundo.
Así que si tenemos una isla, un reinado o una república, (pero aquí no hay tinte ideológico alguno, sólo imaginación casi atávica y casi pueril), una corte de nobles ideas, una reacción ante el atropello, un recobrado placer por leer, Joseph Konrad, pues… No te compres una isla para perderte en ella. ¡ Invéntatela y disfruta !